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10/04/2025En primavera de 1955 tuvo lugar la edición número 22 de la Mille Miglia, la famosa carrera de resistencia que, como su propio nombre indica, tenía una longitud de 1000 millas, o 1600 km. La carrera consistía en un recorrido que empezaba y acababa en la ciudad de Brescia, teniendo a Roma como punto intermedio. Esto recuerda un poco a las primeras carreras de automóviles de la historia que se celebraban a finales del Siglo XIX entre ciudades, o empezando y acabando en la misma ciudad, pero con una como punto de paso. En ese 1955, Mercedes ganó la prueba con el 300 SLR, modelo histórico de la marca de la estrella. En el post histórico de esta semana, vamos a hablar del contexto que hubo en aquella carrera, del Mercedes 300 SLR y su posterior influencia en los coches de calle de Mercedes-Benz ¡Arrancamos!
CONTEXTO
La Mille Miglia fue una prueba cuya primera edición tuvo lugar en 1927. La prueba llegó a tener tanta popularidad en el país transalpino que rivalizaba con la Targa Florio, que se disputaba desde 1906 en la isla de Sicilia. Podría decirse que Italia tuvo dos grandes carreras internacionales durante la primera mitad del siglo XX: la Mille Miglia en la península, y la Targa Florio en Sicilia. A estas dos hay que añadir, por supuesto, el Gran Premio de Italia en Monza.

La Mille Miglia se disputó de forma anual hasta 1940, año en el que se celebró por última vez antes de la entrada de Italia a la Segunda Guerra Mundial. Con el fin del conflicto, las competiciones de motor se reanudaron, incluida la Mille Miglia, que se reanudó en 1947. Con la llegada de la década de los 50, la FIA empezó a crear y regular diferentes certámenes, entre ellos la Fórmula 1 y el campeonato que nos interesa hoy, el World Sportscar Championship, el predecesor del actual Mundial de Resistencia (WEC). Con la creación de este nuevo campeonato de coches deportivos, la Mille Miglia formó parte del calendario de la temporada inaugural en 1953, junto con la Targa Florio, las 12 horas de Sebring o las 24 horas de Le Mans. Para la temporada 1955, la Mille Miglia era la tercera prueba de la temporada, y es en este contexto donde entra en juego nuestro protagonista, el Mercedes 300 SLR.

UNA LLEGADA CASI SIMULTÁNEA A LA F1 Y A LA RESISTENCIA
Mercedes-Benz decidió en 1954 entrar a competir en los grandes premios por primera vez desde 1939. Al año siguiente de ingresar en la F1 con el W196, la marca de Stuttgart decidió también entrar en el Mundial de Resistencia de 1955 con un modelo al que bautizaron como 300 SLR. Este sportscar iba a estar pilotado por leyendas como Juan Manuel Fangio, Stirling Moss, Karl Kling y Hans Hermann, que eran los pilotos de Mercedes en F1, pero al contar con un calendario mucho más flexible que en la actualidad al haber menos carreras, compaginaron ambos certámenes.

El Mercedes 300 SLR era un deportivo biplaza, cuyo diseño corrió a cargo del anglo-alemán Rudolf Uhlenhaut. En total solo se construyeron nueve chasis de este modelo, siendo una de las dos versiones cupés, como dato curioso, el coche más caro del mundo que se ha subastado hasta la fecha con un precio de 135.000.000 de euros.

Las siglas SLR hacían alusión a Sport Leicht-Rennen, que traducido del alemán significa Deportivo Ligero de Carreras. Para su creación, se inspiraron en el chasis del W196 R, la versión carenada del W196 con el que estaban corriendo en la Fórmula 1. Posee un motor central delantero M196 de ocho cilindros, 3.000 cc de cilindrada (3 L) e inyección directa, con una potencia de 276 CV.

EL TRIUNFO DE LA MILLE MIGLIA 1955
Para la tercera prueba de la temporada del Mundial de Resistencia en Italia, Mercedes-Benz decidió correr con cuatro unidades del 300 SLR: uno formado por una alineación 100% británica con Stirling Moss y Denis Jenkinson, otro conducido solo por Juan Manuel Fangio, otro conducido solo por Karl Kling y otro por Hans Hermann y Hermann Eger. Como curiosidad, el coche de Moss y Jenkinson llevaba el dorsal 722. Ese número hacía alusión a la hora de salida de cada coche, por lo que, en este caso, el coche de Moss salía a las 7 horas y 22 minutos de la mañana.

En cuanto a la competencia, teníamos a Ferrari, Maserati y Aston Martin como rivales para Mercedes. Destaca la ausencia de Lancia, que participaba en el Mundial de Resistencia, pero no se presentó a la Mille Miglia por falta de presupuesto y decidió enfocar los pocos recursos que tenía en la Fórmula 1, campeonato que también compaginaba en esa temporada.

La carrera para Mercedes tuvo dos caras: los coches de Kling y Hermann se vieron obligados a abandonar, pero los dos que quedaron en pie, completaron la prueba de la mejor manera posible, haciendo un doblete en la categoría absoluta. El coche de Moss y Jenkinson le dieron a Mercedes su segunda y última victoria en la Mille Miglia, la primera fue de la mano de Rudolf Caracciola en 1931. Fangio logró ser segundo con el otro Mercedes, haciendo de esta victoria como una de las más legendarias de la historia de la marca en el automovilismo.

El éxito no solo se limitó a la Mille Miglia, Mercedes con el 300 SLR logró el triplete en el RAC Tourist Trophy, celebrado en el circuito de Dundrod en Irlanda del Norte. En la Targa Florio, lograron otro doblete haciendo que Mercedes se llevara el Mundial de Resistencia de 1955. También lograron en ese año el Mundial de F1 con Fangio, siendo 1955 uno de los pocos años en la historia del automovilismo en el que una misma marca gana en la misma temporada la Fórmula 1 y la categoría reina del Mundial de Resistencia.

Por desgracia, los éxitos no fueron a más, ya que Mercedes cerró todas sus divisiones de competición a finales de 1955 a causa de las muertes del famoso Desastre de Le Mans de 1955 en el que fallecieron 84 personas a raíz de que el Mercedes 300 SLR de Pierre Levegh, saliese volando y se estrellase contra el público. Esto hizo que el 300 SLR solo estuviera vigente un año, pero estuvo el tiempo suficiente para tener un gran palmarés.
EL LEGADO DEL 300 SLR EN LOS AUTOMÓVILES DE CALLE DE MERCEDES-BENZ
El 300 SLR acabó cayendo en el olvido hasta que se entró en el siglo XXI. Al principio de la década de los años 2000, Mercedes-Benz resucitó el famoso acrónimo de SLR con el SLR McLaren, un super deportivo realizado en colaboración con la escudería McLaren de Fórmula 1 que poseía, entre otros aspectos, la aerodinámica activa del 300 SLR, como si de un flap de un avión se tratara.

Hubo otras versiones posteriores. De hecho, hubo un modelo muy concreto que homenajeaba de una manera más clara a este Mercedes de los 50 en particular, que fue el SLR McLaren 722 Edition, en alusión al dorsal de este coche de la Mille Miglia o, incluso uno que se le llamó 300 SLR Stirling Moss, en honor a uno de sus pilotos.

En definitiva, el Mercedes 300 SLR no solo fue un modelo de carreras exitoso, sino que también fue un modelo muy querido y homenajeado por la marca en las calles y carreteras en un siglo posterior al suyo.
Mercedes SLR McLaren “Stirling Moss” de 2009 (Wheelsage)