
GALA DE CAMPEONES DE LA FEDERACIÓN ANDALUZA DE AUTOMOVILISMO (FAA)
05/02/2025
HENRY FORD. EL HOMBRE QUE DEMOCRATIZÓ EL AUTOMÓVIL
20/02/2025A pesar de que Ford ya está compitiendo en el Mundial de Resistencia de la FIA (WEC) en la clase LMGT3 con la versión GT3 del Ford Mustang, recientemente la firma del óvalo ha anunciado que entrará en la categoría absoluta (Hypercars) del Mundial a partir de 2027. Esto hará que la rivalidad que hubo en los años 60 entre Ford y Ferrari por la victoria en Le Mans tenga un segundo capítulo, pero ya en el Siglo XXI. Hoy vamos a recordar cómo fue la rivalidad entre ambas marcas en Resistencia en aquellos años 60 y cómo dicha rivalidad acabó llevándose también a la Gran Pantalla con la película de 2019, Le Mans 66.
INICIOS DE LOS AÑOS 60. DOMINIO APLASTANTE DEL CAVALLINO EN LE MANS
A principios de los años 60, Ferrari no tenía rival ni en las 24 horas de Le Mans, ni en el Mundial de Resistencia en general. Dicho campeonato, llamado en su época como World Sportscars Championship y “predecesor espiritual” del actual WEC, fue fundado por la FIA a principios de los años 50, 1953 para ser exactos. Desde ese año hasta 1959, Ferrari ganó todos los títulos mundiales salvo dos: el de 1955, que fue a parar a Mercedes, y el de 1959, que acabó en manos de Aston Martin. En Le Mans, Ferrari había ganado varias ediciones, pero en 1953 y del 55 al 57, Jaguar dominó en La Sarthe, y Aston Martin fue el ganador de 1959.

Para principios de los años 60, Ferrari simplemente se paseó. Desde 1960 hasta 1965 ganó de manera consecutiva todas las ediciones de las 24 horas de Le Mans y todos los títulos Mundiales de Resistencia. Sin embargo, en este período de tiempo, también se estaba forjando una rivalidad en los despachos contra el gigante de la industria automotriz estadounidense, la Ford Motor Company.

EL FRUSTRADO INTENTO DE COMPRA DE FERRARI POR PARTE DE FORD
En 1963, los directivos de Ford tuvieron la intención de comprar Ferrari. El mismísimo Enzo, visitó las instalaciones de Ford en Estados Unidos para ver las cadenas de montaje de la empresa, unas cadenas de montaje que fueron democratizadas por el propio Henry Ford a principios del Siglo XX. La idea de Ford era comprar Ferrari y que ambos se repartiesen las responsabilidades en diferentes ámbitos.
Ford presentó a Enzo la propuesta de que serían los directivos de Ford los responsables de la producción de los coches de calle, mientras que Enzo sería el responsable de todo el departamento de competición. Pero había un pequeño problema: si Enzo quería, por ejemplo, competir en Le Mans o en el Mundial de Resistencia, campeonato que Il Commendatore se tomaba tan en serio como la propia F1 en aquellos tiempos, necesitaría la autorización de la cúpula de Ford para competir. Esto hizo que Enzo se sintiera con las manos atadas al no tener libertad para tomar este tipo de decisiones. Esto provocó que rechazara la oferta de compra por parte de Ford y además, llegó a insultar a los directivos estadounidenses. Esto sentó tan mal a Henry Ford II, nieto del legendario Henry Ford, que decidió “vengarse” de Ferrari con la que podría considerarse la venganza más cara de la historia del automovilismo. La de crear un nuevo coche para derrotar a Ferrari en las 24 horas de Le Mans y en el Mundial de Resistencia.

Henry Ford II, nieto de Henry Ford, y líder de la compañía durante los años 60 (Creative Commons)
LA CREACIÓN DEL MÍTICO FORD GT40
La venganza que Ford estaba preparando contra Ferrari en Le Mans, se llamaba Ford GT40, un coche diseñado para carreras de Resistencia que debe su nombre a las 40 pulgadas que sólo tenía de altura. Era un vehículo muy bajo, y muy veloz, pero la fiabilidad fue su gran punto débil. En las dos primeras ediciones que participó en Le Mans: 1964 y 1965, la marca del óvalo se quedó con las manos vacías y vio como Ferrari ganaba dos ediciones más de la magna prueba francesa.

Para 1966 el objetivo era claro, perfeccionar la fiabilidad para que Ford ganara y aguantase toda una carrera de 24 horas. En ese año, el piloto británico Ken Miles, logró la victoria en las 24 horas de Daytona, siendo esta la primera victoria del GT40 en una carrera de Resistencia de 24 horas. Ya Ford había creado un coche capaz de aguantar y de vencer en una carrera de tales características, ahora solo faltaba rematar la faena en el otro lado del Atlántico.

En Le Mans, Ken Miles lideró buena parte de la carrera y, por fin, tras varios intentos fallidos, Ford se vengó de Ferrari ganando las 24 horas de Le Mans. Lo hicieron con un doblete, pero el destino no fue justo con Ken Miles. Le dijeron que aminorara la marcha para que su Ford y el de Bruce McLaren y Chris Amon, que iba segundo, cruzaran juntos la meta para televisivamente mostrar al mundo cómo Ford derrotaba por fin a Ferrari en Le Mans.

El triunfo acabó siendo para el Ford de McLaren y Amon y no para Miles y Hulme. Esto se debió a que en Le Mans por aquellos años se decía que el ganador era el que más distancia recorría durante 24 horas, y no el que literalmente pasaba primero a la meta tras las 24 horas. Esto provocó que al llegar ambos casi a la par, la victoria fue para el otro de los Ford, que en la salida salía varios cientos de metros atrás que el de Miles. También Ken Miles se quedó ese año sin título de resistencia, ya que por aquel entonces solo contaban puntos las marcas, y no los pilotos, pero de haberlo hecho como ahora, hubiera sido Miles el campeón de 1966.
La victoria del 66 no fue solamente el fin de ciclo de victorias de Ferrari en Le Mans, también fue el inicio de la era Ford. Después del doblete de 1966, llegaron tres victorias consecutivas más. La de 1967, con la dupla de A.J. Foyt y Dan Gurney, fue la primera victoria en Le Mans con coche y pilotos 100% estadounidenses.

Normalmente un mismo modelo puede ganar varias veces Le Mans, pero rara vez gana de un año para otro, literalmente, el mismo chasis. Esto fue lo que pasó con el Ford GT40 en 1968 y 1969, que ganó con el mismo coche decorado con los colores azul celeste y naranja de Gulf. Lo que sí fue diferente fueron los pilotos: en el 68 ganaron Pedro Rodríguez y Lucien Bianchi, el tío-abuelo de Jules Bianchi, y en 1969 fueron Jacky Ickx y Jackie Oliver.

Como extra, hay que decir que Ferrari, nunca volvió a ganar la categoría absoluta de las 24 horas de Le Mans, hasta el Siglo XXI, cuando en 2023 y en 2024 ganó con el Hypercar 499P. Ferrari al menos pudo, al más inmediato plazo, vengarse de Ford por lo de Le Mans 66, logrando al año siguiente el triplete en las 24 horas de Daytona, en el propio país de Ford.

También es digno de mención cómo Ford, en 2016, ganó en los GT las 24h de Le Mans con el Ford GT LM GTE-Pro, una versión de carreras del actual Ford GT, que logró la victoria de categoría en Le Mans, justo 50 años después de la primera victoria de Ford en 1966 y con un coche que, precisamente, portaba el dorsal 66.

DE LAS PISTAS AL CINE
Esta rivalidad de los años 60 entre Ford y Ferrari era digna de una película, algo que acabaría sucediendo en 2019 con la película Ford V Ferrari, conocida en España como Le Mans 66. En dicha película, dirigida por James Mangold, se cuenta de manera fidedigna todo lo explicado en este post histórico, desde las frustradas negociaciones en los despachos hasta la posterior venganza en las pistas, con dos grandes estrellas de Hollywood como protagonistas: Matt Damon, haciendo de Carroll Shelby, uno de los diseñadores que encabezaron la creación del GT40, y con Christian Bale haciendo del piloto de Ford, Ken Miles.

A menos que Ferrari abandone de forma repentina su programa de Hypercar, 2027 será el inicio del segundo capítulo en Le Mans y en el Mundial de Resistencia de la rivalidad entre ambas marcas. Aunque la espera se nos haga larga, estamos completamente convencidos de que será una lucha recordada por los siglos de los siglos.