PEUGEOT. DE LOS MOLINILLOS DE CAFÉ A LOS AUTOMÓVILES
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27/06/2024En el mundo del automóvil es habitual las celebraciones anuales de eventos en el que tienen lugar las presentaciones de las últimas novedades de las grandes marcas. También pueden servir para vender modelos nuevos o incluso de segunda mano. Normalmente se celebran en recintos cerrados como pabellones de lugares donde se celebran congresos o, incluso, pueden celebrarse al aire libre. Se les conoce como salones del automóvil o salones comerciales. Estos encuentros basados en la exposición de automóviles que se presentan o se venden tuvo su origen en Francia a finales del Siglo XIX. A continuación os contaremos el evento que sirvió de precursor de los salones actuales y cuál fue, verdaderamente, el primer salón del automóvil tal como lo conocemos hoy en día.
PARÍS 1889, LA PRIMERA EXPOSICIÓN DE CARRUAJES
Entre el 6 de mayo y el 31 de octubre del año 1889 tuvo lugar la Exposición Universal de París. Esta exposición universal se celebró con motivo del centenario de la toma de la Bastilla, el acontecimiento histórico que es tradicionalmente considerado como el inicio de la Revolución Francesa, además de ser este acontecimiento el que supuso la división de la Edad Moderna a la Edad Contemporánea. Esta exposición es recordada por todos por ser el evento internacional para el que fue construida la famosa Torre Eiffel. Esta torre de hierro de unos 300 metros de altura fue diseñada por el arquitecto Gustave Eiffel, de ahí su denominación, y se construyó originalmente como arco de entrada al recinto de la exposición, que ocupaba un total de 96 hectáreas. Esa torre, debería de haber sido desmontada tras el final de la exposición, pero gustó tanto entre los asistentes a dicha exposición universal que, no solo se decidió conservarla, sino que además, se convirtió en el símbolo más famoso de París y de toda Francia.
Además de la construcción de esta popular torre, en dicha Exposición Universal ocurrió otro acontecimiento que cambió el mundo del motor para siempre. Uno de los atractivos de este gran evento fue la celebración de una exposición de carruajes motorizados, siendo esta la primera ve en la historia que unos automóviles se exhibían al público para posteriormente ser producidos en masa y ser comercializados en el mercado. Puede decirse que en la Exposición de París de 1889, se puso la semilla de los actuales salones del automóvil. Aunque hubo que esperar unos años más para presenciar el primer salón del automóvil como tal. Si analizamos fríamente el contexto, es lógico que el punto de origen de los salones comerciales del automóvil estuviese en un evento como una Exposición Universal, ya que una de las razones para celebrar este tipo de eventos era la de presentar nuevos métodos de construcción y mostrar también nuevos tipos de tecnología o adelantos industriales que marcarían el futuro de la humanidad. A todo esto hay que sumarle que el automóvil fue patentado por Karl Benz en 1886, por lo que esta exposición universal, que tuvo lugar sólo tres años después de la invención del coche, fue el escaparate perfecto para dar a conocer este invento al mundo.
Dentro de esta exhibición de carruajes motorizados, tenemos que destacar la figura de Armand Peugeot. El galo había aprovechado expandir su negocio de fabricación de bicicletas para dar paso a los automóviles, un invento en el que el veía un gran potencial de negocio. Armand creó un concepto de coche basado en un carruaje de tres ruedas que estaba equipado con un motor de vapor y lo presentó al público por primera vez en la Exposición Universal de París de 1889. De este carruaje sólo se produjeron cuatro unidades, pero dicha presentación supuso el semáforo verde para dos cosas: para Peugeot como marca de automóviles, y para en el futuro, crear nuevos eventos al margen de las exposiciones universales, cuya finalidad fuese la de presentar nuevos automóviles para después venderlos al mercado.
1898, EL PRIMER SALÓN DEL AUTOMÓVIL DE PARÍS
Como hemos visto, París 1889 fue la primera vez que vimos a unos automóviles exhibirse públicamente, pero habría que esperar casi diez años después para que tuviese lugar el primer Salón Internacional del Automóvil. Casualmente, también fue en París, y surgió a raíz de la celebración en diciembre de 1896 del Salón Ciclista de París. En ese salón ciclista, que estaba presidido por el Conde Jules-Albert de Dion, uno de los participantes de la primera carrera automovilística del mundo, se decidió dedicar una sección a los automóviles.
Con este precedente se ideó el primer salón comercial dedicado exclusivamente a los coches para dos años más tarde. También tuvo lugar en París y comenzó el 15 de junio de 1898. En la época se le denominó como Exposición Internacional del Automóvil, aunque posteriormente fue declarado como Salón del Automóvil. Tuvo una duración de 17 días, siendo la clausura del evento el 3 de julio. El Automóvil Club de Francia (ACF) es un organismo que se fundó el 12 de noviembre de 1895, y fue esta misma institución, la que organizó ese primer salón comercial del mundo. Ese primer salón del automóvil tuvo lugar en los Jardines de las Tullerías, en una superficie que ocupaba 2.500 metros cuadrados. Reunió a un total de 269 expositores y 232 automóviles de 77 fabricantes distintos de todo el mundo. La operación de marketing de este evento fue todo un éxito, ya que recibió alrededor de 140.000 visitantes. Hay que tener en cuenta también que para la época, los coches en circulación eran alrededor de unos 2.000, por lo que este evento fue la consolidación definitiva de que el automóvil era el futuro de la movilidad entre ciudades a causa de su gran afluencia de público. Las entradas estuvieron al precio de un Franco (que equivaldría a unos 2,50€ actuales), aunque los viernes la entrada era algo más cara, tres francos.
El criterio para exponer vehículos en este primer salón internacional del automóvil fue bastante peculiar. Lo que se debía cumplir como requisito mínimo era coger el vehículo en cuestión y que pudiese recorrer la distancia existente entre París y Versalles (44,2 kilómetros) y dar una vuelta sin ningún fallo en el motor. Un comité de recepción estaba presente en cada destino para así acreditar la capacidad de moverse el vehículo de manera autónoma. Algunas de las marcas que estuvieron presentes en ese primer salón del automóvil fueron Benz, Daimler, De Dion Bouton, Delahaye, Panhard et Levassor, Peugeot, Roger-Schneider, entre otras. A raíz del buen recibimiento que tuvo entre los asistentes, se puso en marcha una segunda edición en 1899, también en el Jardín de las Tullerías. Como curiosidad, hay que decir que la tercera edición del Salón del Automóvil de París tuvo que ser aplazada hasta principios de 1901 debido a la celebración de la Exposición Universal 1900 que también tuvo lugar en la capital gala. En esta edición de 1901, se decidió trasladar la sede del evento de los Jardines de las Tullerías al Grand Palais, que se acabaría convirtiendo en el centro neurálgico del Salón del Automóvil de París.
Con el tiempo, muchas otras ciudades fueron seducidas por el automóvil y por los salones comerciales. Hasta tal punto que, en el presente, poseemos salones de todo tipo, desde los más famosos a nivel internacional como el de Frankfurt, Detroit, París, Chicago, Ginebra, Barcelona, como aquellos salones del motor alternativos que están dedicados exclusivamente a rememorar el pasado en el que se exhiben vehículos clásicos de todo tipo.