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21/06/2024Cuando escuchamos el apellido francés Peugeot, se nos viene a la cabeza la marca de coches que tiene como símbolo un león, o como es en la actualidad, la cabeza de un león. Sucede algo curioso con esta empresa, es la empresa automovilística más antigua del mundo, pero no es la que inventó el automóvil. Y muchos os preguntaréis que cómo es posible esto. Pues esto se debe a que la empresa Peugeot, originalmente no se dedicaba a la fabricación de automóviles, sino que dicha actividad era tan solo una más de las muchas ocupaciones que adoptó la compañía más adelante. A continuación os contaremos todo el proceso evolutivo de la marca Peugeot. Hablaremos sobre la fecha de fundación original, qué era originalmente, qué evolución tuvo y, por último, el origen de su actual división de automóviles.
UNA EMPRESA BICENTENARIA
Para conocer el verdadero origen de la marca Peugeot tenemos que remontarnos muchos años atrás. Antes incluso del surgimiento del automóvil. A principios del Siglo XIX, Jean-Jacques Peugeot se instaló cerca de la localidad gala de Doubs para comenzar a fabricar molinillos de café. Este primer medio de producción trajo como consecuencia, tras su fallecimiento, la edificación de un emplazamiento para la construcción de molinillos en Sous-Cratet. Sus dos hijos, Jean-Pierre Peugeot y Jean-Georges Peugeot, crearían un gran imperio productivo, fundando el 26 de septiembre de 1810 la empresa que todos conocemos hoy como Peugeot.
El hermano menor, Jean-Pierre, se lanzó más adelante en el sector textil en Hérimoncourt, bajo el impulso de Napoleón Bonaparte, que necesitaba vestir a los soldados de su ejército y así, se convirtió en transformador de algodón. Jean-Pierre Peugeot tuvo dos hijos, Jean-Pierre Peugeot hijo y Jean-Frédéric Peugeot, quienes transformaron el molino de Sous-Cratet en una fundición y, más adelante, se lanzaron a la laminación en frío para abastecer a la industria de la relojería. Ya, en 1832, Jean-Pierre Peugeot se asoció con Jacques Maillard-Salins y ambos fundaron la sociedad llamada “Peugeot Frères saînés et Jacques Maillard-Salins”, para la explotación de la fundición de Suos-Cratet fabricando hojas de sierra. El negocio funcionó y en 1833 construyeron una nueva fábrica en Terre-Blanche.
Ya, en 1852, Jean-Pierre Peugeot hijo murió dejando a dos hijos, Jules y Émile, que continuarán con el legado de la marca y expandiéndose explotando nuevos sectores del comercio de la época. Los hijos de Jean-Pierre se asociaron con cuatro británicos, los hermanos Jackson, que estaban establecidos en la región francesa de Saint-Étienne y crearon “Peugeot aìnés et Jackson frères” en Pont-de-Roide-Vermondans para fabricar sierras de cinta, cierres de corsé y también varillas de paraguas
FABRICACIÓN DE BICICLETAS Y AUTOMÓVILES
Como hemos visto, la familia Peugeot y la empresa que lleva su nombre, ha tenido múltiples ocupaciones a lo largo de su historia, habiendo fabricado objetos de todo tipo. Pero no sería hasta las décadas finales del Siglo XIX cuando se dedicaría a la fabricación de medios de transporte. En 1885, Armand Peugeot, el hijo de Émile, se interesó por la bicicleta, un nuevo invento que se estaba popularizando en la época. Otro dato curioso que hay que decir también sobre esta empresa fundada por Armand Peugeot, es que sigue existiendo a día de hoy, bajo el nombre de Peugeot Cycles.
Pero no sería hasta el año 1889 cuando Armand se lanzó a la aventura del automóvil. Armand Peugeot podemos considerarlo como uno de los mayores visionarios de la historia del automóvil, ya que se percató del éxito que iba a cosechar ese nuevo medio de transporte basado en carruajes que no eran tirados por caballos, sino que eran carruajes que movían por sí mismos (automóviles) gracias a un pequeño motor. Al interesarse mucho por el automóvil, fundar Les Fils de les Peugeot frères (los hijos de los hermanos Peugeot, nombre original de la marca de coches) y reunirse con el alemán Gottlieb Daimler, Armand Peugeot creó un automóvil de vapor de tres ruedas, equipado con un motor de Daimler, que sería el primer vehículo de la marca que hoy conocemos como Peugeot. Fue construido en ese 1889 y solo se fabricaron un total de cuatro unidades. La mejor operación de marketing posible que se pudo hacer para mostrar al mundo este primer automóvil de Peugeot fue la Exposición Universal de París de 1889, un evento más que trascendente dentro del mundo del motor, ya que la exposición de carruajes a motor que hubo en esa Exposición Universal, fue el “padre” de los actuales salones comerciales de automóviles. Un año más tarde, en 1890, tras haber conocido a Daimler y a Émile Levassor, decidió abandonar el concepto del carruaje de tres ruedas con motor de vapor para pasar a fabricar un nuevo modelo que sería un carruaje de cuatro ruedas equipado con un motor de combustión interna de gasolina. Este coche era más sofisticado que muchos otros coches de la época. Equipaba una suspensión de tres puntos y una transmisión de engranajes deslizantes. Su producción duró varios años, llegando a producirse cada vez más unidades: se crearon 29 en 1892, 40 en 1894, 72 en 1895, 156 en 1898 y 300 en 1899.
UNO DE LOS PRIMEROS GANADORES DEL AUTOMOVILISMO
Peugeot pasó a la historia en el año 1894 por convertirse, junto con Panhard & Levassor, en uno de los dos primeros fabricantes en ganar una carrera en el mundo del automovilismo. En el concurso de carruajes sin caballos de la París-Rouen de 1894, que fue la primera carrera de automóviles que se celebró, la marca del león no solo ganó el primer premio del concurso de manera compartida, sino que además cinco unidades de esa marca se inscribieron, y todas y cada una de ellas alcanzaron la línea de meta, demostrando así su fiabilidad. Otra brillante operación del marketing para demostrar al mundo que los carruajes de Peugeot, además de ser rápidos, eran fiables. La unidad conducida por Albert Lemaître, fue la que llegó segunda al final del recorrido, a tres minutos y treinta segundos del carruaje a vapor con remolque del Conde Jules-Albert de Dion. Sin embargo, este carruaje no se llevó la victoria pese a quedar primero, ya que ese no era el criterio a seguir para ganar el concurso.
En definitiva, sin saberlo en ese momento, Armand Peugeot creó la que hoy día es una de las marcas de coches con más tradición del mundo. Uno de los pioneros en el automóvil y también en el mundo de las carreras. Es imposible mezclar las palabras automóvil y Francia sin que se nos venga a la cabeza el apellido Peugeot, como sucede también con Renault o Citroën. La grandeza de esta gran empresa es que, más de dos siglos después de su fundación original, sigue existiendo con una intensa actividad y sigue cautivando a muchos fans alrededor del mundo.
Armand Peugeot (1849-1915). Miembro de la familia Peugeot que fundó la división de automóviles Peugeot. (Creative Commons)