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05/09/2024Muchos entusiastas del mundo del automóvil conocen la historia que hay detrás de la figura de Henry Ford. El magnate estadounidense fue el padre de las cadenas de producción modernas y provocó un gran punto de inflexión con la comercialización del automóvil con el famoso Ford T. Se conoce mucho su historia como empresario, pero quizás no tanto como inventor. En el post de esta semana, os contaremos los detalles más curiosos sobre la creación de su primer automóvil, un cuadriciclo con el que asentó las bases para la fundación de la legendaria Ford Motor Company.
ORIGEN E HISTORIA DE HENRY FORD
Henry Ford nació el 30 de julio de 1863 en una granja, en el seno de una familia bastante pobre, en un pueblo rural ubicado al oeste de Detroit. Sus padres fueron William Ford (1826-1905) y Mary Litogot (1839-1876). Eran de ascendencia inglesa, pero habían vivido en Irlanda en el Condado de Cork.
Con solo diez años de edad, en el año 1873, Henry Ford vio por primera vez una máquina autopropulsada. Se trataba de una máquina de vapor estacionaria que podía ser utilizada para actividades agrícolas. El operador de esta máquina, que se llamaba Fred Reden, la había montado encima de unas ruedas que había conectado a través de una cadena. Henry quedó muy sorprendido con dicha máquina y Reden durante el año siguiente enseñó al pequeño Henry a cómo encender y manejar el motor. Esto fue lo que hizo que Henry quisiese dedicar su vida a los motores, sin saber por aquel entonces todo lo que iba a venir después, ya que recordemos que el automóvil no se inventaría hasta enero de 1886.
Su padre le regaló, al comienzo de su adolescencia, un reloj de pulsera. A los quince años, Henry ya tenía una buena reputación como reparador de relojes, habiendo desmantelado y vuelto a ensamblar relojes de amigos y vecinos suyos. Su madre falleció en 1876. Tras este duro golpe familiar, su padre daba por hecho que Henry se iba a dedicar a la granja familiar, pero él no soportaba ese trabajo.
Tres años más tarde de la muerte de su madre, Henry dejó su casa y se dirigió a Detroit a trabajar como aprendiz de maquinista. En 1882 regresó a Dearborn para trabajar en la granja y se ocupó de manejar la máquina de vapor portátil Westinghouse hasta convertirse en todo un experto. Esto le llevó a ser contratado por la propia compañía Westinghouse para dar servicio a sus máquinas de vapor. En 1891, Ford logró el puesto de ingeniero en la compañía Edison, y tras su ascenso a ingeniero jefe en 1893, comenzó a entrar en contacto con el mundo del automóvil. Aquí es cuando nace el Henry Ford que conocemos hoy. Con el dinero que ganaba en su trabajo, dedicaba sus ratos libres a sus propios experimentos con motores de gasolina. Es en este contexto, cuando entra en juego nuestro vehículo protagonista.
Henry Ford con 25 años (Creative Commons)
UN AUTOMÓVIL CON RUEDAS DE BICICLETA
Diez años después de haber sido patentado el invento del automóvil, Henry Ford creó su primer vehículo. El 4 de junio de 1896, en un pequeño taller situado detrás de su casa en el 58 de Bagley Avenue, Detroit, Henry Ford realizó los toques finales a su coche con motor de combustión, después de dos años de experimentación. A sus 32 años, Henry había construido su primer automóvil experimental. Oficialmente, este coche fue bautizado por su propio creador como el “cuadriciclo”, ya que este vehículo, pese a ser propulsado por un motor que utilizaba etanol como combustible, poseía cuatro ruedas que eran de bicicleta.
Este cuadriciclo era dirigido por una cadena. El motor tenía una potencia de 4 CV. La primitiva caja de cambios que equipaba solamente poseía dos marchas: con la primera se alcanzaba los 16 km/h, mientras que con la segunda se llegaba hasta los 32 km/h, siendo esta la velocidad punta del vehículo. Hay que decir que no poseía la marcha atrás. Tenía un peso total de 227 kg, una longitud de 1.240 mm y el tanque de combustible tenía una capacidad para 13,2 litros. Afortunadamente, como hemos podido mencionar en otros posts anteriores, esta pieza de la historia del automóvil puede contemplarse hoy en día. Se conserva en el Henry Ford Museum en la ciudad de Dearborn, en el estado de Michigan.
UN CUADRICICLO QUE DIO LUGAR A TRES EMPRESAS
Hay que puntualizar un detalle muy importante y es que este cuadriciclo, no fue el primer Ford de la historia. Sí fue el primer automóvil diseñado por Henry Ford, pero la empresa que conocemos hoy no había sido fundada todavía. Fue precisamente el éxito de este automóvil el que dio lugar a la fundación de la Detroit Automobile Company en 1899 y, más tarde, de la Henry Ford Company en 1901.
Al conseguir reunir, al fin, a un grupo de inversores. Henry Ford dejó su trabajo en la Detroit Edison Company para fundar en 1899 la ya mencionada Detroit Automobile Company. En esta “primitiva Ford”, Henry era el fundador, pero tenía una participación accionarial bastante discreta. La diferencia de criterios entre los inversores y Ford, sumado a la baja venta de sus vehículos, hizo que esta sociedad se disolviese al poco tiempo de ser creada.
La Henry Ford Company surgió dos años más tarde debido al interés que poseyó Henry en aquellos momentos por las carreras de automóviles, que habían debutado en la París-Rouen de 1894 y en noviembre del año siguiente, el periódico estadounidense Chicago Times-Herald, organizó la que fue la primera carrera de automóviles celebrada tanto en Estados Unidos como en todo el continente americano. Su interés en el perfeccionamiento de los motores y en mejorar los métodos de construcción de los coches de competición, le acabó alejando de los intereses comerciales. Esto provocó, al igual que en el caso de la Detroit Automobile Company, que de nuevo hubiese choques entre los intereses de Henry Ford y los inversores. Al dejar un segundo plano la producción de coches de calle, Ford acabaría por abandonar dicha empresa en 1902. En ese mismo año, como dato curioso, dicha empresa se reorganizaría y se la rebautizó como Cadillac, siendo este el origen de esta icónica marca.
Estas dos compañías fueron las predecesoras de lo que hoy conocemos como Ford Motor Company, que Henry fundaría en 1903 y con la que dio el paso definitivo como empresario. Esta empresa si consiguió mantenerse en el tiempo y fue la que convirtió A Henry en un magnate multimillonario gracias al trascendental modelo Ford T al que le dedicaremos un post cuando llegue el momento.