PARÍS-BURDEOS-PARÍS 1895. LA PRIMERA CARRERA CRONOMETRADA DEL MUNDO
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22/08/2024Los neumáticos son uno de los elementos indispensables que componen cualquier vehículo, ya sean coches, motos, camiones, o incluso vehículos aéreos como los aviones. Son la única parte que está en contacto con el suelo. Hoy hablaremos de quienes inventaron los neumáticos tal y como los conocemos hoy, cuándo lo hicieron, en qué lugar y cuál fue el vehículo que introdujo este tipo de tecnología.
ANDRÉ Y ÉDOUARD MICHELIN, LOS PADRES DE LOS NEUMÁTICOS
En los albores del mundo del automóvil, como hemos contado ya en posts anteriores, utilizaban carruajes que, en vez de ser tirados por caballos, aprovechaban e instalaban un pequeño motor que hacía que los carruajes se moviesen por sí mismos. Sin embargo, en lo referente a las ruedas, no cambiaron nada en cuanto a la apariencia, función o tecnología. Se seguía utilizando las mismas ruedas de los carruajes tirados por caballos independientemente del tipo de terreno en el que circulasen. Sin embargo, dos hermanos franceses fueron los responsables de que esto cambiase para siempre, los hermanos que acabarían en el futuro fundando, la que es posiblemente, una de las empresas más reconocidas dentro del mundo del motor. Estamos hablando de los hermanos André y Édouard Michelin.
Estos dos hermanos nacidos en Francia, introdujeron los neumáticos, un tipo de tecnología que se basaba en la colocación de caucho o goma en el borde exterior de las ruedas de los carruajes. Al estar la goma llena de aire por dentro, esto hacía que hubiese una mayor superficie de contacto con el suelo, proporcionando así un mejor agarre y, por lo tanto, que los carruajes se pudieran desplazar de un sitio a otro de manera más cómoda y segura. Esta tecnología se aplicó por primera vez en un vehículo y evento más que peculiares.
MICHELIN L’ECLAIR, EL CARRUAJE CON NEUMÁTICOS
Ambos hermanos crearon un carruaje que bautizaron como L´Éclair, que traducido del francés significa “El Relámpago”. Este automóvil era en realidad un carruaje de Peugeot reciclado que portaba un motor de 2,5 CV. Sin embargo, los hermanos Michelin decidieron modificar varios componentes, entre ellos el motor. Aprovecharon un motor de barco fabricado por Daimler que tenía el doble de potencia (4 CV) para ponerlo en su Peugeot Type 9 que habían adquirido. El motor era de un tamaño mayor que el motor que tenía instalado de fábrica, por lo que hubo que reubicar la posición del mismo. Con la instalación de este nuevo motor, el vehículo pesaba un total de 1.400 kg, una cantidad de peso estándar para los automóviles de calle de hoy en día, pero que para finales del Siglo XIX era una cantidad considerable. También hay que tener en cuenta que en esta cantidad se incluía también una gran caja de herramientas con cajones numerados al estilo de una caja de artillería, algo común en las primeras carreras del automovilismo, en el que siempre iban dos personas en cada vehículo: el conductor y el acompañante que se dedicaba a usar esas herramientas para reparar o sustituir cualquier componente que se rompiese a lo largo del recorrido.
Un dato curioso que podemos destacar de este Peugeot modificado es que ha sobrevivido a nuestros días y puede contemplarse en el Musée de l´Aventure Michelin, un museo dedicado a la historia de la empresa de neumáticos Michelin, ubicado en la localidad francesa de Clermont-Ferrand.
PARÍS-BURDEOS-PARÍS 1895. EL ESTRENO MUNDIAL DE LOS NEUMÁTICOS
Las carreras de automóviles, que habían debutado en 1894 con la París-Rouen, era el sitio perfecto para dar a conocer los vehículos que introducían cierto tipo de tecnología. En el caso de los hermanos Michelin, no hubo un plan de marketing mejor que el de promocionar el uso de ruedas con caucho, que en el acontecimiento automovilístico del año 1895, la carrera de 1.200 km conocida como París-Burdeos-París. Como ya explicamos en nuestro último post del blog, esta carrera se caracterizó por ser una en la que los vehículos salían y llegaban al mismo punto, usando otra ciudad como punto intermedio, en este caso la ciudad de Burdeos. Es aquí donde por primera vez en la historia tenemos, nunca mejor dicho, la primera toma de contacto de las ruedas Michelin con el automovilismo. De los muchos inscritos que se apuntaron a la prueba, los hermanos Michelin, tuvieron la fortuna de tomar la salida, ya que, al margen de la tecnología de las gomas, no llevaron un carruaje tan complejo en tecnología con respecto a sus rivales, por lo que pudieron afrontar la salida.
Ambos hermanos participaron con el Éclair llevando el dorsal número 46. Era el último de la lista de inscritos y comenzaron la carrera el martes 11 de junio de 1895. La “primera salida” tuvo lugar en el famoso Arco de Triunfo de París, para luego dar paso a la salida verdadera de la carrera en Versalles. El viaje no estuvo exento de dificultades, hasta tal punto, que cuando el carruaje alcanzó el punto de control de la ciudad de Burdeos, llevaba un retraso de más de 24 horas con respecto al primer clasificado que había alcanzado dicho punto. Desafortunadamente, este vehículo se encuentra en un vacío histórico, en el sentido de que el coche pudo completar la prueba al llegar a París el día 15 de julio a las 12:45, pero no acabó registrado de manera oficial en los resultados definitivos de la prueba, al llegar con mucha desventaja con respecto al líder. Existía en el evento una norma que estipulaba que la carrera debía de tener una duración máxima de 100 horas, algo que no cumplió el Éclair, por lo tanto, este vehículo no rindió tributo al apodo de “relámpago” con el que le habían bautizado sus dueños.
MICHELIN, LA MARCA DE NEUMÁTICOS POR EXCELENCIA
A pesar del fracaso del Éclair en cuanto a la velocidad, sí que supuso un gran punto de inflexión en la historia del automóvil y de la humanidad en términos de movilidad. El Éclair introdujo una tecnología que acabaría siendo indispensable para todo vehículo del mundo. Esto supuso un gran avance en comodidad y seguridad. Lo único que ocurre, es que, como todo invento a lo largo de la historia, siempre acaban teniendo muchos fallos a la hora de darse a conocer, pero sí marcan un cambio de rumbo que hace que toda competencia lo vea como el camino a seguir y al final, dicho invento termina, en primer lugar, por perfeccionarse y, luego, por democratizarse. Gracias a estos dos hermanos franceses que debutaron en dicha carrera de 1895, hoy el ser humano puede disfrutar diariamente de la innovación que aportaron. Además de proporcionar dicha tecnología, esto también dio lugar al nacimiento de múltiples empresas de todo el mundo, que ahora se dedican a la fabricación de este tipo de componente específico para los vehículos, siendo una de ellas la que lleva el apellido de estos dos hermanos y cuyos colores corporativos, rinden tributo a los colores de aquel carruaje que portó pro primera vez unos neumáticos.
En definitiva, el mundo le debe mucho a André y Édouard Michelin por su dedicación y pasión por las carreras y la tecnología, pero sobre todo, por el deseo de hacer inventos para facilitar las cosas al ser humano y hacer del mundo un lugar mejor.